El pasado 12 de Julio fué la primera de las superlunas que va a haber consecutivamente durante julio, agosto y septiembre. Siempre me gusta hacer fotos de la luna, no sólo el propio día de la luna llena sino también en el inmediatamente anterior y posterior porque la luna sigue pareciendo totalmente llena. Lo que me ha pasado durante estos tres días, 11, 12 y 13 de julio es que he hecho las fotos de la misma a alturas diferentes del horizonte, lo cual repercute en el color anaranjado cuanto más en el horizonte está y el color más blanquecino cuando se aleja del mismo. Cuando ésta está cerca del horizonte, la luz que llega hasta el observador ha de atravesar mucha atmósfera, por lo que la dispersión hace que recibamos las ondas lumínicas con una longitud equivalente al rojo (al naranja, más bien). El efecto es conocido: la Luna, cuando sale por el horizonte, tiene un color rojizo. Es el mismo efecto que en la salida y puesta del sol, que se ve rojizo por la misma razón. Estas son fotos de estos tres días para que veáis las diferencias
Para que veáis también este efecto aquí tenéis dos fotos una sesión de un mismo día en momentos distintos y veréis que ya cambia la coloración (las 3 luces son de los molinos artificiales del Cerro de San Antón de Lillo
Y aquí tenéis los reportajes completos de esos 3 días
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