Visita virtual a los molinos de Campo de Criptana

El puente de mayo pasado, concretamente el día 2 de mayo que era fiesta en Madrid estuvimos toda la familia de visita turística en Alcázar de San Juan y Campo de Criptana. En Alcázar estuvimos deleitándonos viendo los flamencos en el complejo lagunar y en Campo de Criptana, cómo no, teníamos que ver los molinos, mundialmente famosos.

Esta es la foto que más me gusta del reportaje que hice:

View at Picasa

Dentro del parque de los molinos estuvimos viendo también el interior de uno de ellos que aloja el Museo de Sara Montiel y una casa cueva en la que vivían los molineros, parecida a las cuevas de mi pueblo, La Guardia, en la provincia de Toledo. y que por cierto, vi inmortalizadas en un cuadro que había en una exposición en el Pósito, que es éste

View at Picasa

Según la Wikipedia, los Molinos de Campo de Criptana se encuentran en Campo de Criptana, un municipio de Ciudad Real en Castilla-La Mancha, que se encuentra en la ladera de una colina. En su cima se construyeron diez molinos de viento. Tres de estos molinos son originales del siglo XVI (Burleta, Infanto y Sardinero).

Hay indicios de que Cervantes se inspiró en Campo de Criptana para crear la aventura del capítulo VIII de la primera parte, de El Quijote. Hay documentos históricos que dicen que este municipio manchego era el que más molinos tenía en aquella época, según el Catastro del Marqués de la Ensenada treinta y cuatro. Tantos como la suma de los que había en las demás poblaciones manchegas.

En 1575, las Relaciones Topográficas de Felipe II mencionan «muchos molinos» en el municipio de Campo de Criptana. El Catastro del Marqués de la Ensenada, en el 1752, recoge treinta y cuatro molinos de viento en esta localidad.

En el 1870 hubo un declive en la molienda de los molinos por la aparición en el mercado europeo de los granos americanos, rusos y australianos. De todas formas su declinar fue lento. La harina para el pan fue lo primero que tuvieron que dejar de fabricar. No obstante, la harina de almortas y la molturación de piensos para el ganado siguió hasta el siglo XX.

En Campo de Criptana, los molinos funcionaron hasta entrados los años 50.

En 1978, los molinos fueron declarados Monumento de Interés Histórico-Artístico.

Molino Burleta

También llamado «Burlapobres». Probablemente, el nombre haga alusión a la sospecha de prácticas fraudulentas del molinero.

Está situado en el paraje de «La Sierra» del municipio, a una distancia de 350 pasos del casco urbano.

Los trabajadores del molino eran sus propietarios. Su renta anual era de una 26 fanegas de trigo cada año, que daban un ingreso de 468 reales al molinero.

Molino Infanto

Llamado así por sus propietarios: Infantas, que eran una de las familias más ricas del pueblo.

Está situado a unos 200 pasos del casco urbano.

Este molino estaba arrendado por los propietarios, que entregaban el tercio de las maquilas obtenidas, o recibían una renta fija del molinero.

Molino Sardinero

Probablemente, el nombre proceda del apellido o del apodo del primer propietario de este molino.

Está situado en el Cerro de la Paz, el único dentro del casco urbano.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada no hay datos del propietario ni de la renta.

Hay otros siete molinos actuales en «La Sierra». Son el Poyatos, que tiene la Oficina de Turismo; el Inca Garcilaso, que tiene el museo de Labranza; el Cariari, con el museo de Enrique Alarcón; el Pilón, donde se encuentra el museo del Vino; el Lagarto , que tiene el museo de la Poesía; el Culebro, con el museo de la lugareña Sara Montiel y el de Vicente Huidobro, antes llamado Quimera y que tiene el museo dedicado al poeta chileno Vicente Huidobro.

Aquí tenéis una selección de fotos del reportaje: